sábado, 27 de julio de 2013

Educándonos en las Creencias: EL EXITO NO ES CASUALIDAD

 EL EXITO NO ES CASUALIDAD


¡El éxito no es casualidad! Sin duda alguna, esta es la lección más importante que debes entender si quieres aprovechar al máximo todo tu potencial y disfrutar por completo la satisfacción y el éxito para los que fuiste creado. El éxito se produce en las vidas de personas específicas por razones específicas. No es algo que te ocurre al azar; es algo que tú haces posible. ¡Esta es una noticia apasionante! Ya sea que quieras fortalecer tu vida familiar, mejorar tu carrera, profundizar tu fe o llevar tu energía física a un nivel completamente nuevo, tú puedes hacerlo.

Ralph Waldo Emerson escribió:

“Déjalo que aprenda prudencia de un nivel más alto. Déjalo que aprenda que cada cosa en la naturaleza, incluso la paja y las plumas, se atienen a la ley y no a la casualidad, y que todo lo que siembre, cosechará.”

¡Dar en el blanco!



Imagina que estás tratando de arrojar dardos a un blanco en una habitación a oscuras. Incluso en la oscuridad, tarde o temprano le darías al blanco, y si continuaras haciéndolo por un tiempo, probablemente acertarías en el centro del blanco. Pero si encendieras las luces, consiguieras una gran cantidad de dardos, procuraras que alguien te enseñara

e invirtieras mucho tiempo practicando, reducirías significativamente el tiempo que te tomaría dar en el blanco. Finalmente, cuando dieras en el centro del blanco, mucha gente diría que tuviste suerte. Pero tú no tuviste suerte. Tan sólo estuviste dispuesto a hacer más cosas a fin de asegurarte de dar en el blanco.

¿Cuál es tu sueño?

Cuando estabas creciendo, ¿soñaste alguna vez con ser un atleta profesional? Yo quería ser jugador de béisbol.

¿Qué es lo que separa a los niños que sueñan con jugar la Serie Mundial de aquellos que verdaderamente crecen para ganar el título? Si lo hubieras visto jugar en la liga infantil, nunca hubieses imaginado que Orel Hershiser llegaría a ser un día uno de los grandes lanzadores de la historia del béisbol. Pero cuando tenía ocho años, mientras visitaba

el Yankee Stadium de Nueva York, Hershiser fijó su meta. Decía: “Fue mientras caminaba por el histórico estadio en una noche fresca y ventosa cuando decidí que quería ser jugador de la liga mayor de béisbol.”2 Es un sueño que muchos niños han tenido, pero fue una meta que Hershiser se proponía alcanzar en serio.

DESPUÉS DEL PARTIDO

Durante la emocionante temporada de 1988, Robert  Fraley, amigo y representante deportivo de Hershiser, le dijo: “Estás a punto de ganar mucho dinero. Pero ese no es el éxito verdadero. El éxito se medirá al final de tu carrera, no en su punto más alto. Cuando termines tu carrera, si amas a Dios, si aún estás enamorado de tu esposa, si tus hijos saben quién eres y si tu reputación aún está intacta, entonces podrás considerarte exitoso.” Hershiser adoptó la definición del éxito de su amigo y la enfatizó en sus entrevistas: “Cuando haya terminado mi carrera en el béisbol, mi meta más exitosa no será llegar al Salón de la Fama, sino ver el éxito de mi familia como resultado de mi influencia en sus vidas.”

¿Qué significa el éxito para ti?

El éxito ha sido definido de muchas maneras en la literatura:

El éxito es la materialización progresiva de un ideal digno.

El éxito es el cumplimiento de la voluntad de Dios en tu vida.

El éxito es aprovechar al máximo lo que tienes.

El éxito es aquello en lo que te conviertes.

El éxito es vivir la vida a tu manera.

El éxito es una jornada.

Las personas más exitosas del mundo son aquellas que han dedicado tiempo a descifrar exactamente quién quieren llegar a ser y qué quieren lograr. Invierten las horas de sus días en actividades consecuentes con estos ideales.



La gente exitosa es aquella que ha aprendido a aplicar consistentemente las leyes de Dios en su vida. Le atribuye sus logros al enfoque,  el trabajo duro, las buenas relaciones, la perseverancia y la bendición de Dios. Quienes fracasan o son mediocres son los que no tienen una dirección obvia. Tienden a ir “con la corriente” o a moverse en la dirección que el viento sople. Sus vidas están dominadas por las circunstancias y les sobran las excusas. Le echan la culpa de sus pobres logros a la mala suerte. La vida, aseguran ellos, les ha repartido una mano mala y decidieron retirarse del juego. ¡PREFIRIERON QUEDARSE EN SU ZONA DE COMODIDAD! y no quisieron asumir riesgos....

Declaro éxito en tu vida!
Alberto Guzmán

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