sábado, 20 de abril de 2013

Educándonos en nuestra actitud: LA MANERA EN QUE VEMOS A LOS DEMAS



LA MANERA EN QUE VEMOS A LOS DEMAS

La vida es un eco.  Lo que le mandamos afuera se nos devuelve. Lo que se siembra es lo que cosecha. Debemos buscar lo bueno en cada persona y en cada situación y adoptar la regla de oro como una forma de vivir.

Muchas personas han ido más lejos de lo que pensaban debido a que alguien distinto pensó que podían hacerlo. Usted puede obtener todo lo que quiera de la vida si ayuda a un número suficiente de otras personas a obtener lo que desean.

Es verdad que la manera en que vemos, es la manera en que los tratamos y la manera en que los tratamos es frecuentemente en lo que  nos convertimos, ten actitudes positivas, optimistas. Vince lombardi veía el bien en los demás. Los trataba como, los veía y ayudaba a desarrollar lo "bueno" que había dentro de ellos.

Ciertamente usted ha escuchado que solamente puede ver en los otros lo que hay dentro de usted. Es mejor que busquemos el bien en los otros debido a que es la mejor manera de encontrar el bien en nosotros mismos.

El amor se nutre de actos y expresiones de afecto. Actúe con entusiasmo y tendrá entusiasmo, actúe como si estuviera enamorado y pronto verá que está enamorado.

Al igual que el acero fino solo puede templarse verdaderamente usando calor y frio, así también el matrimonio y el amor deben construirse en el crisol de las pruebas duras y tribulaciones.

Mi esposa y yo Jamás nos separamos o vamos a dormir sin haber resuelto nuestras diferencias y reafirmar nuestro amor. Agradecemos a Dios nos permita pasar suficientes años juntos para desarrollar una relación y descubrir día a día de qué se trata el amor.



Declaro éxito en tu vida!
Alberto Guzmán

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viernes, 19 de abril de 2013

Educándonos en lo casi imposible: LA IGNORANCIA INTELIGENTE



LA IGNORANCIA INTELIGENTE

El deseo crea ignorancia inteligente. La ignorancia inteligente es la característica o capacidad de no saber lo que no se puede hacer, y hacerlo de todas maneras, lo que muchas veces permite a las personas realizar lo casi imposible.

Todo el mundo sabe que el abejorro no puede volar. La evidencia científica al respecto es abrumadora. No puede volar su cuerpo es demasiado pesado y sus alas son demasiado ligeras. Aerodinámicamente, es imposible que el abejorro pueda volar, pero el insecto no sabe leer -solamente vuela.

Henry Ford tenía poca educación formal. Después de construir su imperio, concibió la idea de un motor v-8. Sus ingenieros sabían de matemáticas, física e ingeniería le dijeron que no podía fabricarse ese motor, así le insistieron varias veces. Henry Ford les dijo: caballeros, no me comprenden, quiero tener un motor v-8 y ustedes lo van a construir para mí. Ahora háganlo! adivino? Construyeron el motor v-8 lo hicieron debido a que un individuo tuvo la suficiente ignorancia inteligente para no saber que algo no se podía hacer-por lo que lo hizo.

La ignorancia inteligente es la semilla de la esperanza, la promesa del bien en todo lo que nos sucede. Sin importar lo que suceda, algo positivo puede venir de ello y podemos hacer algo bueno de ello. En breve podemos tomar todos los limones que nos entregue la vida para convertirlos en limonada.

El limón de jaxob shick fue una temperatura que cayó por debajo de 40 °c mientras buscaba oro. No se podía rasurar con una navaja, así que invento la primera máquina eléctrica de rasurar que se convirtió en una mina de oro lo bastante grande para comprar cantidades considerables de limonada.

Con disciplina, dedicación, determinación y deseo podemos reaccionar positivamente lo que aumenta muchísimo nuestras probabilidades de alcanzar la victoria. La ignorancia inteligente, un limón y mucho deseo le ayudaran a obtener lo que desea de la vida.

(Zig Ziglar)



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Alberto Guzmán

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jueves, 4 de abril de 2013

HONRAR A DIOS, NOS DA LA VICTORIA



HAY PODER EN LA HONRA.

Cuando nosotros honramos a los padres, cuando honramos a los hijos, a los compañeros, cuando honramos a los enemigos también, hay poder; porque al que te maldiga, tu estas llamado a bendecirlo.

¿Por qué tenemos que bendecir? ¡No es fácil bendecir al que te insulta! Es cierto, sin embargo, yo descubrí algo: es muy difícil odiar a alguien que piensa bien de ti. A esa cuñada que te está criticando, envíale un mensaje de bendición por un tercero, hazle saber que tú piensas  bien de ella, y ella va a decir: "¡Qué bueno que piensa bien de mí! ¡Ya no me cae tan mal como antes!" Y es que bendecir, honrar es un poder extraordinario.

Tenemos que usar el poder de la honra (escuchar, validar, felicitar) cuando alguien te trate mal o cuando tengas un obstáculo, por ejemplo. Ponte en los zapatos del otro y pregúntate: "¿Por qué esta persona está reaccionando así? ¿Qué le habrá pasado? ¿Será que tuvo muchos problemas? ¿Será que le pasó algo feo?".

Necesitamos meternos un poco para entender que lo que el otro siente lo siente por algo, y aunque nosotros no estemos de acuerdo, lo aceptamos como una medida de honra, porque la honra trae milagros. Cuando tú  honras las puertas se abren. ¿Por qué está Comunidad esta tan honrada, felicitada, Apreciada, Valorada? Porque donde vamos, nosotros honramos a todo el mundo.

Cuando honramos a Dios pasan cosas milagrosas. ¡A Dios le encanta que le demos honra! La Biblia dice: "Yo honro a los que me honran". Cuando escuchamos a Dios, cuando sentimos lo que Él siente, cuando validamos su corazón y cuando le decimos palabras lindas, Dios nos da dos cosas:

Cuando honramos a Dios, Él te da la victoria.

Pone en tu mano la victoria cuando lo honras. Dios promete la victoria a los que honran Su nombre. Por eso, si hoy tienes que pelear contra un gigante difícil de vencer, tienes que hacer como David. Cuando David vio a Goliat no le dijo: "¿Qué te pasa, qué quieres?"; no. ÉL dijo: "Yo vengo en el Nombre de mi Dios grande y todopoderoso. Él es el general de los ejércitos celestiales en los que yo sirvo". ¿Qué hizo David? Antes de pelear, antes de tirar la piedra, honró el nombre de Dios. ¿Y qué hizo Dios? Le dio la puntería para que con un par de piedras le pegue y caiga el gigante. Dios te va a dar la puntería, te va a dar la habilidad para que la deuda caiga, la enfermedad caiga, el problema caiga, la depresión caiga. Pero antes tienes que levantar las manos al cielo y decirle: "Señor, Tú eres el Dios grande y todopoderoso y soy parte de tu ejercito. ¡Yo honro Tu nombre!". Y Dios dice: "A esa persona le tengo que entregar la cabeza de Goliat porque me ha honrado".

El gigante cayó y le cortó la cabeza, y David se llevó dos cosas: se llevó la cabeza de Goliat y se la regaló a Saúl: "Toma, esto es para ti". Y agarró la espada y dijo: "Esto es para mí". ¿Y sabes qué hizo con esa espada? La colgó en la casa y cuando a la noche no podía dormir, abría un ojo y miraba la espada, y la espada era su trofeo de guerra que le recordaba que Dios había honrado su vida.

Dios va a honrarte delante de todos tus enemigos porque el que lo honra Dios honra con poder. ¿Sabes qué hizo David después? Se cansó de tener la espada en la casa, entonces se la llevó al templo y la colgó allí.

Cada vez que iba a adorar a Dios, miraba y decía: "¡Ahí está la espada!". Tú necesitas traer tu espada, tu última victoria, tu trofeo de guerra, tu última medalla, y colgarla en la pared espiritual, todos los logros que has tenido, tu mejor logro, tu último logro tiene que ser un trofeo, y cada vez que vengas a la reunión, a la asamblea, vas a mirar las paredes espirituales y vas a decir: "¡Ahí está la espada, ahí está la victoria que tuve, ahí está colgado el trofeo de guerra, porque si yo lo honro, Dios me volverá a dar otra victoria".

Jonás no quería ir a predicar, no quería honrar a Dios, y narra La Palabra que vino un pez muy grande y se lo tragó. Tres días se quedó Jonás en la panza de la ballena. Y mientras estaba ahí dentro de la ballena, Jonás honró a Dios y el pez lo vomitó. Cuando te trague la deuda vas a honrar a Dios y la deuda te va a vomitar; cuando te trague la enfermedad vas a honrar a Dios y la enfermedad te va a vomitar, porque no hay maldad, no hay maldición ni hay demonio ni problema que te pueda retener si estás adorando el nombre del Señor, si proclamas: "Tú eres grande Señor, te amo a ti, te adoro a ti. Yo declaro que tú eres un Dios grande y poderoso". Y Dios dice: "¡Ese no se me puede quedar tragado en esa ballena!", y la deuda, la tristeza, la enfermedad te va a escupir, te va a vomitar, y vas a pisar tierra dándole nuevamente gloria al Señor porque la victoria es la herencia de los que honramos Su nombre.

  "...Sin embargo, los israelitas tuvieron muchos hijos, y a tal grado se multiplicaron que fueron haciéndose más y más poderosos. El país se fue llenando de ellos. Ex. 1,7
 Dice Éxodo 1:7 que cuando el pueblo de Dios estaba en Egipto crecía "más". No dice "más" sino "más y más". Dios te dice: "Vas a crecer  "más y más", y vas a tener  "más y más" victoria, y te van a querer  "más y más", y te va a ir muy muy bien, y vas a lograr cosas  grandes y muy grandes ".

En Éxodo 10,2 cuando Dios lo saca de Egipto al pueblo judío, le dice a Moisés: "Vas a enseñarles a tus hijos y a tus nietos quién soy Yo para que cuando lo hagas sepas quién soy". Y acá hay algo interesante: no tendría que decir: ¿«Le vas a enseñar a tus hijos y a tus nietos quién soy Yo para que "sepan" quién soy?» en vez de decir ¿«para que "sepas" quién soy»? Dios dice: "Le vas a enseñar a tus hijos y a tus nietos para que  tu sepas quién soy Yo", porque cada vez que honras el nombre del Señor y lo siembras en alguien, algo de Dios se destapa en tu vida, algo maravilloso se despierta, algo descubres. Y es que Dios honra a los que le honran.

David decía (Salmos 139:17): ¡"Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!", porque Dios le daba revelación a David. Él amaba la revelación, amaba leer La Palabra, amaba escuchar La Palabra. Y cuando tu honras La Palabra y honras al Señor, Dios dice: "El pez te va a vomitar, la espada de David te va a acompañar, y todo lo que hagas te saldrá muy muy bien".

Hay que honrar a Dios escuchándolo. A Dios le agrada cuando lo escuchamos; le gusta también cuando validamos lo que siente  y cuando le damos palabras de felicitación privadas y públicas. Si haces esto, Dios te va a dar mucha mucha victoria. 

Continuará...

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Alberto Guzmán

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