El Poder de la
Influencia Ética
(Carlos de la Rosa Vidal)
Tu
existencia influye en el tiempo de los demás. Tu familia no sería la misma si tú
no hubieras visto la luz. Si tú no hubieras nacido, tu familia y su historia
tendrían un rumbo distinto.
Tan
sólo por el hecho de estar vivos, los seres humanos están afectando, influyendo
y cambiando el destino de la historia de quienes los rodean. Por estar aquí y ahora,
por el sólo hecho de vivir en este tiempo y en estos minutos, estamos tocando las
vidas de los demás. Y cambiando el destino de sus historias personales.
Toda
existencia toca la vida de los demás. Una sola decisión hoy puede afectar el
destino de seis generaciones. Si una familia elevó a su clan a la riqueza, manteniéndola
en el tiempo, ha configurado el destino de sus descendientes. Si en cambio,
otra familia conduce a su dinastía por las mismas penurias y nada hace para remediarlo,
está condenando a su prole a la miseria.
Tú
eres el eslabón entre la historia y el porvenir. Entre tus padres y tus hijos, entre
tus abuelos y tus nietos. Entre los cien años que pasaron y los cien años que vendrán.
La obra de tu existencia es imprescindible para modelar cómo inician su biografía
tus descendientes. Tú creas el punto de partida de la historia de tus hijos. Tú
no vas a vivir solamente setenta o noventa años, el trajín de aquellas décadas
impactará de algún modo en el tiempo de quienes te rodearon.
Configurar la gran herencia
Desde el primer minuto de tu
nacimiento llevas contigo todas las décadas de faenas incorporadas, inicias el
viaje desde el fruto y la secuela de los actos de tus antepasados. Por esta
razón, te encuentras en el lugar y tiempo en que despiertas a vivir. Y la obra
de tus años, hasta donde tú llegues, será el fundamento y el punto de partida
desde donde tus descendientes recorran la maratón.
Tal vez nunca tengas hijos,
pero inevitablemente tendrás herederos y a quien tu vida afecte de alguna
manera. Es posible que no compartas tu vida con una pareja, sin embargo tu
existencia transformará la vida de otros más.
La Madre Teresa de Calcuta no tuvo esposo,
ni hijos. Pero su existencia fue tan profunda que impactó la vida de millones
de personas. Su obra fue su gran herencia. Y aun más la inspiración que produce
una vida de servicio. No exactamente lo que hizo, que fue maravilloso, sino la
inspiración que produce el saber sobre ella y su obra. Éste es el verdadero
legado.
Tu existencia impacta
inevitablemente la vida de alguien más. El mejor testamento debería consignar
la cesión de un buen punto de partida para los herederos.
La importancia de
reconocer la influencia personal
Tu existencia afecta y cambia
el mundo. La Madre Teresa de Calcuta lo entendía como el mar que está compuesto
de millones de gotas, pero ese mar sería diferente si le faltara una gota. El
lugar que ocupas sería sustancialmente distinto si tú no estuvieras. Antes de
tu existencia no había nadie parecido a ti. Cuando te vayas tampoco nadie interpretará
tu papel exactamente como tú lo haces.
Tu presencia, entre quienes te
rodean, afecta de algún modo sus vidas. Una sola palabra puede cambiar una
vida. Unos pocos minutos de conocer a alguien narrando sus anécdotas puede
cambiar tu visión del mundo e impactar tu vida. La sonrisa de un pequeño niño
puede mejorarte la mañana. Todos están influyendo de algún modo en la vida de
los demás.
Gracias Carlos de la Rosa Vidal.
Declaro
éxito en tu vida!

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